Interprete
Cary Grant
Cary Grant (1904-1986) nació Archibald Alexander Leach el 18 de enero de 1904 en Horfield, Bristol, Inglaterra, hijo de Elsie Maria (Kingdon) y Elias James Leach, que trabajaban en una fábrica. Sus primeros años en Bristol habrían sido una infancia ordinaria de clase media baja, excepto por un evento extraordinario. A los nueve años, llegó a casa de la escuela un día y le dijeron que su madre se había ido a un balneario. Sin embargo, la verdadera verdad era que había sido ingresada en una institución mental, donde permanecería durante años, y nunca se lo contó (no volvería a ver a su madre hasta que tuviera más de 20 años).
A los 15 años se enroló en una compañía de revista musical con la que partió hacia Estados Unidos, donde permaneció el resto de su vida. En Broadvvay destacó en varios musicales, y fue contratado por la Paramount en 1932. La vamp Mae West quedó impresionada por su aspecto y le ofreció su primera gran oportunidad en Lady Lou, nacida para pecar (Lovvell Sherman, 1933), repitiendo a continuación en No soy un ángel (Wesley Ruggles, 1933). Grant añadía a su imagen de galán clásico un toque de humor y cierto aire oscuro: su figura de perfecto caballero sugería, no obstante, que podría tener algo oculto, cualidad aprovechada por Hitchcock en Sospecha (1941), y por Stanley Donen en Charada (1963). Actor predilecto de Hovvard Havvks, intervino en sus magníficas comedias La fiera de mi niña (1938), Luna nueva (1940) o La novia era él (1949). Con George Cukor participó en otros tres clásicos, junto a Katharine Hepburn: La gran aventura de Silvia (1935), Vivir para gozar (1938) e Historias de Filadelfia (1940). Se codeó con mitos de la talla de Marlene Dietrich, Jean Harlow, Joan Fontaine, Ingrid Bergman, Audrey Hepburn, Leslie Caron...
Retirado del cine en 1966, dedicó su tiempo a la firma de cosméticos Rayette-Faberge. Proclamado candidato en varias ocasiones, en 1970 se le concedió un oscar honorífico por el conjunto de su labor. Su vida privada estuvo jalonada por algunos escándalos, a los que contribuyeron sus matrimonios con las actrices Virginia Cherrill, Betsy Drakey Dyan Cannon, así como con la millonaria Barbara Hutton. También el descubrimiento de que en Inglaterra había dejado a su madre internada en un sanatorio psiquiátrico; sus escarceos con las drogas cuando confesó que había probado el LSD, o su rumoreada homosexualidad, apoyada en su amistad con el actor Randolph Scott y en las fotos realizadas en la casa que compartieron durante un tiempo..